María del Mar Benavent tiene 22 años y es educadora en el Centro Juvenil Montesión, un recurso de la Fundación Amigó en Torrent para atender a niños, niñas y jóvenes que presentan algún tipo de carencia económica, social o de ámbito académico, que pueden ser atendidas en un recurso de tiempo libre.
María del Mar comenzó como voluntaria en 2015, cuando se inauguró el proyecto, y cuando termino su formación se incorporó al equipo del centro como educadora social.
“Lo que más me gusta es ayudar a los demás. Me siento muy feliz ayudando a los demás y me siento muy realizada. Cuando llegan los chicos y chicas y te saludan alegres diciendo `saqué un 10 en el colegio, o me dieron un punto positivo por mi actitud´ es muy gratificante para mí, porque siento que les estoy ayudando y no sólo con las notas, sino a ser mejores personas”.
Para María del Mar es muy gratificante ver cómo los niños y niñas del centro van mejorando gracias a todo el amor de los educadores y educadoras. Cuenta que lo más importante es ver cómo crecen como personas y poco a poco van mejorando en sus estudios.
La educadora sabe que lo más importante es guiarlos como personas, que aprendan a respetar a los demás y también que puedan compartir. El valor principal que intenta transmitir es el amor, porque son menores que han tenido circunstancias muy difíciles, y al darles un beso o un abrazo se nota el cambio. El proceso también va acompañado de un seguimiento personal y familiar.
El Centro Juvenil atiende a 25 niños, niñas y adolescentes en riesgo o situación de exclusión social donde se realizan tareas de refuerzo escolar y actividades de ocio saludable como deporte, baile, música, teatro y talleres de habilidades sociales.
“Con las actividades queremos que los niños y niñas aprendan a perder y a ganar, a encontrar los valores en todas las actividades y a compartir entre ellos y ellas sin pelear”, ha señalado María del Mar.