María Bustamante es educadora social en el Servicio de Orientación y Ayuda al Menor de Fundación Amigó en Torrelavega. Trabaja en Fundación Amigó desde hace casi cuatro años. “Formar parte del S.O.A.M supone para mí la oportunidad de ver la realidad de los/as jóvenes de nuestro entorno, sus preocupaciones y dificultades y estar conectada con ellas y ellos, me hace ser consciente de una parte de la sociedad que de otra manera no conocería”.
Evaluación de los jóvenes y propuesta de objetivos en función de sus necesidades, proporcionar apoyo psicológico a los menores y familiares que lo precisen y derivación a Salud Mental cuando se requiere tratamiento psicológico y/o psiquiátrico.
En el SOAM se atiende a niños, niñas y adolescentes con distintas características psicosociales y un amplio rango de edad en centros juveniles a los que asisten de manera voluntaria, mientras que al CLEO acuden jóvenes que deben cumplir medidas judiciales en medio abierto por lo que su asistencia es obligatoria.
Son jóvenes a partir de 14 años que han cometido algún delito o falta por el que deben cumplir una medida judicial en medio abierto, los perfiles son muy variados pero en general vemos muchas carencias afectivas en los chicos y chicas que pasan por el CLEO.
Adaptándome en cada momento a las circunstancias de cada joven, es bastante frecuente que las sesiones no se desarrollen como están programadas en un principio porque surjan cuestiones a las que hay que dedicar una atención más urgente o porque el menor proponga algún tema que considero importante tratar en el momento.
Todos somos profesionales del ámbito Social o de la Educación.
Siempre me había llamado la atención el trabajo con menores y tras mi paso como voluntaria por la Casa de los Muchachos me di cuenta de que es una labor que proporciona un aprendizaje constante, además los jóvenes aportan mucho tanto profesional como personalmente.
Probablemente lo más gratificante es el hecho de que los jóvenes con los que trabajamos sigan viniendo una vez terminada la medida judicial, en ocasiones vuelven al CLEO para solicitar orientación o alguna ayuda puntual, otros vienen con algún amigo para ver si le podemos asesorar o simplemente vienen a saludar y contarnos cómo les va, lo que nos demuestra que se ha creado un vínculo con estos chavales más allá de la obligatoriedad de la medida judicial.
Trato de hacerles ver la importancia de preocuparse por los demás y que sean conscientes de las consecuencias que tienen sus decisiones y sus actos no sólo en el ámbito jurídico sino en el personal, tanto para ellos mismos como para otros.
Supone la oportunidad de ver la realidad de los jóvenes de nuestro entorno, sus preocupaciones y dificultades y estar conectada con ellos, me hace ser consciente de una parte de la sociedad que de otra manera no conocería. Por otro lado estoy rodeada de gente que cree en lo que hace y se implica y hay muy buen ambiente de trabajo, eso en el día a día es muy importante.