En la reunión ordinaria del Patronato de Fundación Amigó celebrada el pasado 22 de junio, se nombró a Esther Tenreiro nueva directora del departamento de Economía y Administración de Fundación Amigó.
Comenzó su actividad profesional en el sector bancario en su ciudad natal, A Coruña. Allí se especializó en banca patrimonial e inversiones, lo que le permitió adquirir una sólida base en el manejo de finanzas. Posteriormente, se trasladó a Madrid, donde continuó su carrera en otra entidad bancaria, enfocándose en el área de control de gestión y presupuestos. Tras más de diez años en el mundo financiero, Esther decidió dar un giro hacia un enfoque más social. Se formó en Cooperación Internacional y comenzó a trabajar en asociaciones y fundaciones, dedicándose a proyectos tanto nacionales como internacionales.
En su nuevo rol en Fundación Amigó, Esther tiene la responsabilidad de supervisar y gestionar el área económica, asegurando que las operaciones financieras sean transparentes y eficientes, y que estén alineadas con los objetivos de la fundación. Coordina los equipos de contabilidad, laboral y control económico, y se encarga de planificar y controlar presupuestos, evaluando riesgos y estrategias para garantizar la sostenibilidad económica. Además, presenta informes financieros claros a la dirección general y los órganos de gobierno, promoviendo una comunicación financiera transparente.
Sobre los mayores desafíos a los que se enfrenta, apunta que uno de los mayores retos será mantener la sostenibilidad económica y la expansión de los proyectos de la fundación en un entorno cambiante y con recursos limitados. También deberá gestionar el equilibrio entre la carga operativa diaria y el cumplimiento de plazos para atender obligaciones fiscales, impuestos y justificación de proyectos, así como motivar y cohesionar a un equipo diverso hacia un mismo propósito.
A medio plazo, sus objetivos son claros: consolidar los procesos financieros y administrativos, continuar garantizando la sostenibilidad económica de los proyectos y valorar nuevas iniciativas que permitan ampliar el impacto social de la fundación. Además, busca poner en valor el departamento ante la entidad y fomentar un sistema de comunicación interna ágil y transparente para fortalecer la confianza entre los distintos equipos.
Sobre los profesionales de la Fundación, Esther destaca “su compromiso, su dedicación y su humanidad. Son valores que percibes tanto en los proyectos como en Servicios Generales. La predisposición al servicio, siempre priorizando el bienestar de las personas beneficiarias. Además, su capacidad de adaptarse a las necesidades de los proyectos y mantener un enfoque ético y solidario es admirable”.